La tiroiditis crónica, también conocida como enfermedad de Hashimoto, es el resultado de una reacción del sistema inmunológico (las defensas del organismo) contra la glándula tiroides, que se encuentra en la base del cuello, por delante de la tráquea. A consecuencia de esa reacción, la glándula puede dejar de producir la cantidad de hormonas necesarias para el correcto funcionamiento de muchos órganos del cuerpo. Esta situación se conoce como hipotiroidismo.
La tiroiditis crónica puede presentarse en cualquier momento de la vida, pero es más frecuente en mujeres de mediana edad.
Como tiene un comienzo lento, pueden pasar meses o incluso años hasta que una persona descubre que la padece y logra devolver a la normalidad sus niveles de hormonas mediante un tratamiento.
La enfermedad de Hashimoto o tiroiditis crónica es más frecuente en personas que tienen una historia familiar de enfermedad tiroidea.
En casos muy raros, está relacionada con otros problemas hormonales provocados por el sistema inmunológico.
Entre otros, la tiroiditis crónica puede provocar los siguientes síntomas:
- Estreñimiento
- Dificultad para concentrarse
- Sequedad de la piel
- Aumento del tamaño de la glándula (bocio)
- Fatiga
- Pérdida de cabello
- Uñas quebradizas
- Debilidad muscular
- Alteraciones del ciclo menstrual
- Intolerancia al frío
- Aumento de peso que no se explica por otras causas
- Depresión
Por norma general, no hacen falta pruebas de imagen ni biopsia para diagnosticar la tiroiditis crónica.
Pruebas (de laboratorio) para detectar la tiroiditis crónica:
- Prueba de T4 libre
- TSH sérico
- T3
- Autoanticuerpos tiroideos
Además, en pacientes con enfermedad de Hashimoto pueden verse resultados alterados en los siguientes análisis de sangre:
- Recuento sanguíneo completo
- Prolactina
- Sodio
- Colesterol total
Tratamiento
Si su médico detecta que su tiroides está hipoactiva, es posible que le prescriba terapia de reemplazo para corregir los niveles de hormonas en su organismo.
Pronóstico
No es infrecuente que la tiroiditis crónica se mantenga estable y controlada durante años. Cuando evoluciona hacia deficiencia hormonal (hipotiroidismo), se trata de forma sencilla y eficaz administrando las hormonas que faltan.
Prevención
No hay una estrategia que sirva para prevenir la tiroiditis crónica. No obstante, conocer los factores de riesgo puede ayudar a conseguir que la enfermedad se diagnostique y se trate pronto, consiguiendo mejores resultados y alivio rápido de los síntomas.
Cuándo acudir al médico
Es buena idea consultar a su médico ante los siguientes signos:
- Cansancio sin razón aparente
- Piel seca
- Rostro hinchado y pálido
- Estreñimiento
- Ante niveles altos de colesterol
Además, el médico le pedirá que acuda a la consulta de forma periódica para realizar controles de la función de la glándula tiroidea en las siguientes circunstancias:
- Si recibe terapia hormonal para el hipotiroidismo provocado por tiroiditis crónica, su equipo médico programa consultas de seguimiento para garantizar que recibe la dosis correcta de medicamento. Con el paso del tiempo, la cantidad necesaria para reemplazar las hormonas que faltan puede cambiar.
- Tras una cirugía de tiroides
- Después del tratamiento con yodo radioactivo o medicamentos antitiroideos
- Si se le ha administrado radioterapia en la cabeza, el cuello o en la parte superior del pecho
Causas
La tiroiditis crónica es una alteración autoinmune: el sistema inmunológico crea anticuerpos que dañan la glándula tiroides. No está establecido qué provoca ese ataque, aunque hay expertos que creen que agentes infecciosos como virus o bacterias podrían ser desencadenantes. También se ha planteado que puede haber una explicación genética.
Por otro lado, se ha sugerido que una combinación de factores (hereditarios, el sexo y la edad de la persona) pueden hacer que se desarrolle la enfermedad.
Factores de riesgo
- Las mujeres son más propensas que los varones a padecer tiroiditis crónica.
- La tiroiditis crónica es más frecuente en personas de mediana edad.
- Factor hereditario. El riesgo de sufrir la enfermedad es mayor si algún miembro de la familia padece enfermedades de la tiroides u otras enfermedades autoinmunitarias.
- Otras enfermedades autoinmunes. Padecer otra enfermedad autoinmune (como artritis reumatoide, diabetes tipo 1 o lupus) aumenta el riesgo de desarrollar tiroiditis crónica.
- Exposición a la radiación. Las personas expuestas a niveles excesivos de radiación son más propensas a sufrir la enfermedad de Hashimoto.
Complicaciones
Si no se trata, una glándula tiroides hipoactiva (hipotiroidismo) causada por tiroiditis crónica puede provocar enfermedad cardiaca, problemas de salud mental, defectos congénitos en bebés de mujeres embarazadas con hipotiroidismo no tratado y –en raras ocasiones- mixedema, una condición muy seria que exige atención médica inmediata.
La entrada ¿Por qué se caracteriza la tiroiditis crónica? se publicó primero en Cuida tu tiroides.
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